Desde que era niño, la tecnología ha sido parte de mi vida. Mientras otros jugaban al fútbol o con coches de juguete, yo me entretenía con kits de electrónica que me dejaban construir circuitos para encender luces o hacer sonar alarmas. Eran mis «juguetes» favoritos.

Cuando llegó la moda del Sinclair ZX Spectrum, decidí ahorrar para comprarme un MSX, que en ese momento era el nuevo estándar de microordenadores domésticos. Mientras muchos pasaban horas jugando, yo disfrutaba programando en BASIC mis primeras aplicaciones. Así fue como empecé a descubrir que aquello que me apasionaba podía ir más allá de un simple pasatiempo.

Luego, pasé a un PC de segunda mano con monitor de fósforo verde y disqueteras de 5¼». Tiempo después, tuve un PC con un disco duro de 120 MB, que en ese momento parecía imposible de llenar.

En 1987, gracias a un amigo, la tecnología dejó de ser solo un hobby y se convirtió en mi futura profesión. Modifiqué e instalé un programa de terminal de mano PSION (Organizer II) para una empresa de congelados local. Lo que empezó como algo puntual acabó siendo mi camino profesional.